viernes, 22 de mayo de 2009

La leyenda de Gomaespuma

Historia de Senegal

Hace miles de años, el hombre decidió bajar del árbol, aquí en África.

El hombre, entonces, estaba descalzo y tenía contacto con el suelo y con la naturaleza, nada le cubría la cabeza, tenía contacto con el cielo y entendía las tormentas, las lluvias, el frío y el calor. Pero un día, un hijo de estos hombres decidió que quería algo más y decidió marchar hacia el norte, hasta que encontró de frente el desierto y para cruzarlo, tuvo que ponerse zapatos. Los zapatos se los puso porque la arena le quemaba y necesitaba zapatos para caminar en ese terreno. Ese hombre consiguió atravesar el desierto y llegó al mar; cruzó el mar en un barco y subió al norte donde hacía frío. Necesitó cubrirse la cabeza y se puso un sombrero para no pasar frío. Pero ese sombrero hizo que el hombre ya no supiera cuándo llovía, cuándo hacía calor y cuándo hacía frío, porque siempre con el sombrero para él era lo mismo. Como el hombre había perdido el contacto con la naturaleza, al tener zapatos ya no tocaba el suelo ni lo sentía, al tener sombrero ya no sentía el cielo, ni lo que ocurría allí arriba. Empezó simplemente a pensar en sí mismo. Esto ocurrió hace miles de años y durante miles de años, este hombre que ha estado pensando simplemente en sí mismo, ha acumulado riquezas materiales, se ha olvidado de la naturaleza, de conservar la naturaleza, de respetar la naturaleza, de entender la naturaleza. El pensar en uno mismo nada más produce una profunda tristeza. Nosotros somos los hijos de los hijos de los hijos de aquellos hombres que dejaron África un día y se fueron hacia el norte. Y nos preguntamos por qué estamos tan tristes. Para encontrar la respuesta queremos volver a las raíces. Queremos preguntaros qué es aquello que hemos perdido y tanto echamos de menos. Nosotros venimos de África. Todos los hombres que hay en este planeta vienen de África.










Carmen Ruiz

Pimero la presentaremos, su nombre es Carmen Ruiz, es del Ecuador del norte, trabaja en una pequeña fábrica de jabones con Aloe vera en una cooperativa de mujeres.

Viene de un cantón hay minas de cobre y se las quieren quitar, se llevan el dinero a Canadá, y para recaudar dinero hacen jabón, de Aloe vera.

Otro grupo de mujeres les dió papel reciclado para que pudieran poner etiquetas a sus jabones.

Han luchado por conocer sus derechos porque para ir a la calle tenían que pedir permiso a su marido.

Nos dijo que las mujeres pueden hacer lo mismo que los hombres.

Preguntas:

1-¿En cuántos paises pobres has estado?
-En ninguno no he viajado nunca, no he salido de Ecuador (mi país natal) y ni si quiera lo conozco bien.

2-¿Cómo lo aceptan los hombres?
No les queda más remedio, y las mujeres no podían renunciar a los malos tratos.

3-
¿Cuándo empezó a trabajar?
En el 2002 creo el grupo y en el 2003 ya trabajo en serio.

4-
¿Cómo reconocieron los hombres que llegaba más dinero a casa de las mujeres?
Ellas dependían del dinero de los hombres y ahora no.

5-
¿En tu país hay los mismos derechos que en España?
Si, pero se han dado cuenta hace poco.

6-
¿Con que fin creastéis la cooperativa?
Para tener fuentes de trabajo y frenar a las multinacionales.

7-
¿Todos los grupos son de la misma ciudad?
Son por parroquias de 47 pueblos

8-
¿Les gustaría que los jovenes y niños siguieran su ejemplo?
Si, el ejemplo de una mujer luchadora.

9-
¿Tienes hijos, van a seguir tu camino?
Tengo 7 hijos, mis hijos pueden elegir el camino que quieran.





La entrevistadaJabon artesanal de la cooperativa Carmen Ruiz

Carmen Ruiz El jabón que hace en la cooperativa