lunes, 1 de diciembre de 2008

Ganderia ecologica

La ganaderia ecologica




La ganadería ecológica es una alternativa zootécnica de desarrollo sostenible a los actuales sistemas de producción convencional, que esta regulada a nivel Europeo (Reglamento CEE nº 2092/91 sobre Producción Agrícola Ecológica y su Indicación en los Productos Agrarios y Alimentarios; Reglamento CE nº 1804/1999, por el que se completa el anterior, para incluir las Producciones Animales), legislada en cada uno de los estados miembros y controlada por distintos organismos públicos o privados de control y certificación. Se trata de una actividad que cuenta cada año con mas respaldo social junto a la agricultura ecológica, por cuanto entre sus objetivos están la obtención de alimentos de calidad diferenciada (realmente saludables), conservar los recursos naturales junto a la diversidad biológica, preservar de la contaminación al medio terrestre y atmosférico (no favoreciendo el efecto invernadero y el calentamiento global), recuperar los valores tradicionales y culturales del medio rural, mejorando con modernas técnicas los sistemas de cría (es muy necesaria la I+D), como punto de partida para estimular la recuperación demográfica del campo Español, hoy muy debilitada por los actuales sistemas agro-ganaderos, escasamente competitivos, y con un alto coste social y medio-ambiental que no satisface las expectativas futuras de los agricultores y ganaderos, en definitiva de la sociedad, para que sus generaciones futuras continúen participando activamente en el medio agrario donde las vieron nacer.
Tomando como información base los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en los últimos años la evolución de los sistemas ecológicos ha sido positiva, creciendo la actividad entre 10-20%, habiéndose incrementado las granjas pecuarias ecológicas del año 2001 al 2006 en un 183,8% (grafica nº 1). En 2006, las explotaciones se situaban en 2.428 ocupando Andalucía el mayor número seguido de Cataluña, Baleares, Galicia, Extremadura y Asturias (tabla nº 1). Respecto al tipo de granjas, la mayoría son de vacuno y pequeños rumiantes destinados a la producción de carne, frente a la leche, estando en minoría las porcinas, avícolas, cunícolas y apícolas, todas ellas con amplias posibilidades de expansión en los próximos años, junto a la acuicultura ecológica, que tiene que ser bien reglamentada, en donde ya existen algunas piscifactorías, como las de caviar ecológico en Andalucía.
Referido a granjas ganaderas, el mayor porcentaje lo acapara el vacuno (45%), seguido del ovino (26%), Apicultura (8%), Avicultura (7%), Caprino (6%), porcino (4%) y otras (4% cunicultura, acuicultura, etc.). También la Comunidad Andaluza ocupa en estos valores el primer puesto del censo de animales ecológicos (274.965), seguida de Cataluña (48.268), Extremadura (19.392) y Galicia (35.846). Sin embargo, en colmenas el panorama difiere ocupando el primer puesto Andalucía (18.859), y en orden decreciente Castilla y León (4.202), Galicia (4.157), Asturias (3.359), La Rioja (3.600), Cantabria (1.657), Aragón (1.435), Madrid (1.322) y Castilla- la Mancha (1.260) (Tabla nº 2).
Por el tipo de cría ecológica, hay 81.471 cabezas de vacuno, mayoritariamente de carne, repartidas en un alto índice entre Andalucía (60 %), Cataluña (14 %), Galicia (6 %) y Extremadura (5 %). No obstante, es el territorio Gallego de mayor producción lechera tiene en toda la nación Española, seguido en menores cantidades por Cantabria y Asturias, que indudablemente ofrecen buenas perspectivas futuras junto a las comunidades del País Vasco y Navarra (Tabla nº 2).
Los pequeños rumiantes acaparan un censo bajo de 238.297 animales, siendo mayoritario el ganado lanar (212.190), predominando la aptitud cárnica frente a la láctea, posicionándose siempre Andalucía (74 % del total), y tras ella Cataluña (7 %), Extremadura (5 %), Baleares (5 %) y Castilla-la Mancha (3 %), teniendo esta ultima comunidad histórica una realidad actual muy por debajo de su capacidad forrajera, dada la gran facilidad de la cría en los sistemas de cereales-rastrojeras, sistemas adehesados, como el Valle de Alcudia, Sierra Morena y Campana de Oropesa) y de montaña (Serranía de Cuenca, Sierra de Alcaraz, etc.). A pesar de ello el País Vasco seguido de Castilla-La Mancha sobresalen en la producción de leche, con un nivel bajo que se rebasará en un futuro próximo, seguido de Castilla y León y Navarra, acaparando los tres territorios mas del 90 % del total de las explotaciones lecheras, con escasa producción que dificulta la compra de leche por parte del consumidor a diferencia de la carne.
El caprino es minoritario (26.107 cabezas), representando Andalucía el 72 %, Cataluña (9 %), Castilla-la Mancha (5 %), Galicia (3 %) y Murcia (3 %), con mas del 90 % del total dedicado en su mayoría a carne. En este sentido, todavía queda un amplio margen para dinamizar este tipo de producciones y estudiar a fondo su calidad diferenciada junto con otras carnes ecológicas emergentes (porcino, aves, etc.).
El porcino ecológico es igualmente muy escaso a nivel nacional, por las dificultades de cría y altos precios que ya tiene el Ibérico, aunque con otras razas autóctonas, como el Negro Mallorquín, Negro Canario, Celta, Asturcelta y Chato Murciano, las perspectivas son muy buenas, tendencia no obstante que en los últimos años se ha incrementado moderadamente, habiendo actualmente 13.549 cochinos, con mayor porcentaje para Andalucía (46 %) a base de porcino Ibérico en las dehesas, con especial importancia en Jabugo, seguido de Castilla y León (43 %), en las dehesas Salmantinas, cuya comunidad autónoma debería potenciar más este sistema de cría junto al vacuno y al ovino, sin olvidar al cerdo blanco que tiene unas altas posibilidades de desarrollo, con un gran interés bromatológico para la dieta al ser las carnes muy cardio-saludable, ricas en ácidos grasos insaturados, antioxidantes, vitaminas, etc., por el tipo de alimentación que reciben los animales, siendo importante acelerar la recuperación de las escasas razas autóctonas porcinas que todavía quedan, para evitar que se produzca su extinción, y progresivamente desarrollar con ellas sistemas de cría sostenibles.
La cría ecológica de aves, particularmente gallinas, ha experimentado en los últimos tiempos una pauta ascendente, aunque esta tendencia pudiera frenarse por la amenaza de la gripe aviar, por cuanto limita extraordinariamente la salida a los parques al aire libre, y por ello las autoridades tienen que flexibilizar este manejo necesario en el sistema, entre otras razones porque estas aves tienen por su nivel de resistencia una alta protección frente a esta enfermedad frente a la avicultura intensiva, en donde las condiciones estresantes de la cría, manejos forzados, carencia de condiciones de bienestar, falta de espacios mínimos, etc., anulan la capacidad de respuesta, facilitando el desarrollo y transmisión del virus. En total hay contabilizadas 110.998 gallinas en el año de referencia (59.300 de puesta y 51.598 de carne), ocupando el mayor porcentaje Andalucía (38 %), Cataluña (20 %) y Galicia (24 %), inclinándose mas Cataluña, Extremadura, País Vasco, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Canarias y Navarra por la avicultura de puesta.
La apicultura ecológica, a pesar de las dificultades de ubicación de los colmenares marcadas por la norma (en un radio de 3 Km. las fuentes de néctar o de polen deben ser fundamentalmente cultivos producidos ecológicamente y/o vegetación silvestre, de conformidad a lo dispuesto en el Art. 6 y Anexo I de los Reglamentos precitados, y cultivos que estén tratados según los métodos de bajo impacto medioambiental), su evolución esta siendo positiva, existiendo un total de 43.068 colmenas repartidas entre Andalucía (44 %), Galicia (10 %), La Rioja (8 %), Asturias (8 %), Cantabria (4 %), Castilla-la Mancha, Extremadura y Aragón (3 % respectivamente).
Otras producciones ecológicas genuinas minoritarias como la cunicultura, acuicultura, avicultura exótica (avestruces, patos, etc.), helicicultura, etc. tienen dificultades técnicas para la cría, y por tanto su desarrollo habrá que solucionarlo en el tiempo con la ayuda de la I+D.
Así como la producción pecuaria ecológica se va expandiendo positivamente, aunque todavía no esta cubierto el espacio agrario que le corresponde, en el ámbito de las industrias agrarias relacionadas con la ganadería su avance es muy lento, y todavía deficiente el numero de mataderos, salas de despiece e industrias agroalimentarias de productos cárnicos y lácteos, para atender a la demanda social creciente que sigue teniendo dificultades para asegurar el abastecimiento de productos de forma regular, en efecto faltan muchas tiendas de día en las ciudades, secciones de alimentos ecológicos en supermercados, mercados municipales, mercadillos, etc.
Y en este ámbito es necesario potenciar la comercialización de productos por circuitos ecológicos, (los intermediarios, tratantes y corredores actuales de ganado, entorpecen la venta, encarecen el producto al consumidor, y a su vez ponen pegas al productor cuando se lo compran para su venta como convencional, pagándolo poco en campo, argumentando que las carnes no tienen calidad por haber sido alimentados con pastos, forrajes y concentrados, ni valen para cebaderos intensivos, solo prefieren carnes blancas, artificiales, todo lo contrario del gusto mayoritario de los consumidores, como son las carnes hechas, sabrosas y saludables), a través de cooperativas en las distintas comunidades autónomas, para dinamizar la producción primaria y favorecer la distribución y venta a los consumidores, siendo cada vez mas importante la venta puerta a puerta de carne, leche, queso y huevos a través de los portales de internet, sistema que abarata los costes y esta funcionando muy satisfactoriamente.
El crecimiento progresivo de las asociaciones de consumidores en los distintos puntos de la geografía Española, así como el aumento de eventos nacionales, regionales y locales, nos referimos a las ferias (Ecocultura de Zamora, Pirineo Aragonés, Biocultura, etc.), que están contribuyendo a potenciar el consumo de alimentos ecológicos, sanos, con acreditada calidad diferenciada, frente a otros como son los problemáticos transgénicos, y por ello han de estar perfectamente diferenciados en cualquier establecimiento alimentario de venta al publico. Finalmente las fábricas de piensos ecológicos son escasas en todo el territorio Español (31), por ello es necesario su fomento para favorecer la alimentación concentrada acorde a la ganadería ecológica. (Tabla nº 3).

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